Las empresas atraviesan por cambios en las condiciones del mercado en el que se desarrollan, y para sobrevivir, es necesario que se adapten.
Esto conlleva a transformaciones en su estructura, mismas que pueden traducirse en reducciones de personal o, por el contrario, en la creación de nuevos departamentos.
El proceso de reestructura organizacional surge cuando los altos mandos de una empresa deciden que es necesario rediseñar su organización para mantener la competitividad. Esta decisión puede estar basada en su crecimiento hacia los mercados internacionales o incluso la Internet, en el aumento de resultados óptimos en ciertas áreas de la compañía o en un cambio de estrategia de negocios.
La reestructuración implica una verificación de las metas de la organización, el replanteamiento de sus procesos de trabajo, una metodología cuidadosa para definir cuáles puestos deben eliminarse o fusionarse y un plan de administración detallado para asegurarse de que la transformación genere resultados satisfactorios con el paso del tiempo.
Cuando un análisis a profundidad evidencia que hay departamentos cuyas funciones han disminuido, se vuelve necesaria una reducción de personal, que a su vez significa una reorganización del esquema de trabajo para seguir funcionando a escala. Además de disminuir los gastos de la empresa, esta medida hace que la organización se vuelva más sencilla de dirigir, ya que los supervisores tienen menos empleados a su cargo y pueden concentrarse en las necesidades del equipo. También libera a los directivos de tareas intrascendentes para enfocar su atención en posibles líneas de crecimiento.
Sin embargo, existen casos donde la organización de la empresa debe cambiar para seguir una nueva estrategia. Es entonces es cuando se crean nuevas divisiones y el personal se reasigna, según sus capacidades y experiencia, a los nuevos departamentos. Este tipo de reestructura organizacional sólo requiere un reacomodo de las áreas de la compañía.
Asimismo, la reestructura es necesaria cuando la empresa se expande para conquistar otros mercados o latitudes. Por ejemplo, aquellas que inician un servicio de ventas por Internet requieren un nuevo plan de trabajo que considere los puestos dedicados a tal área. Si una organización abre nuevas instalaciones, aumenta su línea de productos o adquiere otras empresas, la reestructura organizacional viene en forma de un rediseño de las jerarquías para gestionar al nuevo personal.
Dado que la mayoría de las empresas están destinadas a pasar por una o algunas de estas fases, el servicio especializado de DOit Beyond Limits puede ayudar a los altos mandos a atravesar los cambios con la confianza de tener ejecutivos preparados para estos. Nuestros especialistas en los respaldarán durante las transformaciones de su organización.