Las Habilidades Gerenciales son aquellas destrezas y aptitudes que un gerente debe poseer para poder hacer frente a las situaciones que se le presentan en su posición. Estas pueden tener una cierta predisposición derivada de los rasgos de personalidad, otras se van adquiriendo con la preparación académica, pero generalmente requieren irse desarrollando en la práctica misma de las tareas.
Schroeder (1989), identificó 11 habilidades de alto rendimiento: Búsqueda de Información, Formación de Conceptos, Flexibilidad Conceptual, Búsqueda Interpersonal, Interacción Directiva, Orientación del Desarrollo, Consecuencias, Confianza en sí mismo, Presentación, Orientación Proactiva y Orientación hacia el Rendimiento.
Por tanto, un gerente requiere mostrar una actitud curiosa, de apertura para incorporar nuevos conocimientos; requiere resolver problemas entendiendo el contexto en el que se presentan, las causas que los generan, y buscar soluciones que beneficien las metas de la organización a la que pertenece, mostrando una actitud preventiva para entender los riesgos y las implicaciones de sus decisiones, para establecer medidas que eviten que estas situaciones se vuelvan repetitivas.
Necesita, también, saber planear sus actividades, administrar sus recursos, tanto materiales, de tiempo y muy particularmente los humanos. Saber comunicar, motivar, delegar, establecer límites, dar feedback, reconocer, enseñar, escuchar, supervisar, asegurar los resultados, generar sinergias; tener iniciativa, saber aceptar retos y tomar decisiones, así como asumir algunos riesgos medidos.
Además, debe explorar posibilidades diferentes, hacer valer las normas, conocer el funcionamiento del negocio, entenderlo en el contexto del mercado, tener orientación a los clientes, ser hábil para establecer relaciones tanto dentro como fuera de la organización, ser un modelo, actuar con integridad, estar abierto a los cambios, entre otras cosas.
El nivel de desarrollo de las habilidades gerenciales se ha vinculado con el grado de eficiencia que una persona demuestra en su trabajo y, por ende, en el impacto que tiene en la competitividad de la empresa. En ese sentido es imprescindible definir claramente cuál es el papel de un gerente en la organización para poder entender lo que requiere desarrollar. Sus responsabilidades no solo van enfocadas a la rentabilidad de los resultados, sino al desarrollo humano de los miembros de la organización, que a fin de cuentas termina reflejándose también en la obtención de beneficios económicos.
Estas habilidades también se pueden potencializar por medio de asignaciones especiales, muchas veces mediante la participación en cursos y entrenamientos, y más recientemente las organizaciones se han allegado de otros recursos, apoyos más constantes y dirigidos, como son los programas de Mentoría y de Coaching. Estas estrategias dependerán del plan de carrera de los colaboradores y la visión empresarial.
En DOit Beyond Limits contamos con diversos servicios para apoyar el desarrollo de las habilidades gerenciales de los colaboradores. Entre ellos, nuestro Assessment Test Day se enfoca en la evaluación integral, a través de diversas herramientas y técnicas, para medir el potencial del Talento Humano; lo cual favorecerá el diseño de los planes de carrera y capacitación para fortalecer el desarrollo profesional y empresarial.